El arte con su copyright y sus historias, nos lleva a pensar quien defiende al artista y quien defiende al amante del arte. Una cosa es el consumidor de arte, invento del mercado en la musica, la pintura , la danza o cualquier actividad que se precie de tal. Mas alla de criticos y de agencias el arte esta cada vez mas atrapado, paso de manos de detractores a estar preso por el mercado, ya el arte no es de todos, ni nunca lo fue. Los derechos de la industria que prohiben difundir en redes actuales y medios de comunicacion mas a la mano que nunca se encuentran cada vez mas presos de los intermediarios que ven como se les escapa el arte de sus protegidos de sus manos como agua. Por un lado los noveles artistas se lo piensan si es mejor mostrarse y hacerse conocer al bajo precio de la red con esa soledad tan propia de quien escribe. o es mejor largarse bajo el protectorado de algun productor o manager intermediario, ni hablemos de la industria, sellos y contratos que limitan y que tampoco garantizan una distibucion digna y una difusion aceptable al menos de esa obra. Un amigo me decia que solo en esta vida existen dos opciones o la carcel de oro o el desierto total. Y lo peor de estas unicas dos opciones es que quienes elegimos somos nostros mismos, nadie mas.
