Nos pasan los años como el agua entre las dedos y no es poco. Se volvió algo propio de estos tiempos que el tiempo se pase volando.
Lo achacamos al estilo de vida occidental, lo achacamos a una agenda anual cada vez más apretada. Gracias a una cantidad increíble de días y fechas especiales o acontecimientos, feria, festejos y actividades de las que nos llenamos cada vez mas. Nos referimos a la conspiración de un nuevo orden mundial y somos nosotros mismos quienes contribuímos a esa agenda de rutinas.
Así se nos van los días, las semanas y los años, temporada tras temporada estación tras estación, en una carrera que no termina mas.
Sin darnos cuenta la Navidad se junta con la Semana Santa con las vacaciones y nuevamente con año nuevo en un interminable acontecer de de días y fechas que caen ya sin orden como si cada acontecimiento no fuera mas que un grano de arena.
Ese mismo grano de arena que se suma a otros en un gran reloj de arena que se mezcla con otros grano mas personales como cumpleaños y aniversarios fechas mas o menos precisas que se vuelven una vida en sí misma.
A las fechas establecidas y almanaques cubiertos por aniversarios y cumpleaños se le suman los acontecimientos y fechas del tamaño del Titanic de mayor o menor importancia.
Y nos preguntamos al fin algún día perdido si ya es tal o cual fecha y nos sorprendemos de como pasa el tiempo.
La pregunta es ¿cuando y como nos damos tiempo para nosotros mismos?para , para preguntarnos como estamos. Intentar tener una charla para ver como estamos diez años después.
¿De que forma estamos evaluando nuestra vida?.
O simplemente un día perdido determinamos según los acontecimientos de ciertas situaciones (negativas o positivas) nos damos cuenta que hicimos las cosas bien o mal y seguramente la respuesta no es la correcta.
Nosotros somos en nuestra vida juez y parte, pero para que esos dos personajes lleguen a buen puerto en su trabajo, lo ideal es que no se dejen marear por tanto acontecimientos y fecha y le den mas importancia al paso a paso o como dice Simeone, el partido a partido.
Sin dudas la vida es el campeonato que llevamos partido a partido intentando jugar bien, dejando todo en la cancha mas allá de triunfos o derrotas o más allá incluso de empates, porque tampoco es válido cuidar el empate para un resultado franco y positivo.
Intentar hacer todo lo mejor posible por el camino correcto con esfuerzo y rigor.
El ser humano es un animal de costumbre y la mejor acompañante es la auto exigencia, el ser excelente con uno mismo. Acostumbrarse a exigir de uno mismo lo mejor en cada situación da al final de cierto tiempo una vida excelente. La excelencia y la exigencia no necesariamente se debe mezclar con el estrés o la presión. Debe agradar y gustar lo que uno hace, se debe estar convencido completamente.
Se debe para ir cerrando este pensamiento al aire y como dice cierta canción se debe Merecer la vida, no alcanza con vivirla simplemente.
Ningún aspecto material de esta vida nos puede llenar sin este último requisito que se trata de merecer algo y eso se logra si obviamente con esfuerzo pero sobretodo disfrutándolo, nos podemos dar muchos gustos pero ninguno nos va a llenar mas que hacer los que nos gusta, aunque sea en un mar de fechas y acontecimientos impuestos y no tantos por esta tan moderna sociedad.
Lo achacamos al estilo de vida occidental, lo achacamos a una agenda anual cada vez más apretada. Gracias a una cantidad increíble de días y fechas especiales o acontecimientos, feria, festejos y actividades de las que nos llenamos cada vez mas. Nos referimos a la conspiración de un nuevo orden mundial y somos nosotros mismos quienes contribuímos a esa agenda de rutinas.
Así se nos van los días, las semanas y los años, temporada tras temporada estación tras estación, en una carrera que no termina mas.
Sin darnos cuenta la Navidad se junta con la Semana Santa con las vacaciones y nuevamente con año nuevo en un interminable acontecer de de días y fechas que caen ya sin orden como si cada acontecimiento no fuera mas que un grano de arena.
Ese mismo grano de arena que se suma a otros en un gran reloj de arena que se mezcla con otros grano mas personales como cumpleaños y aniversarios fechas mas o menos precisas que se vuelven una vida en sí misma.
A las fechas establecidas y almanaques cubiertos por aniversarios y cumpleaños se le suman los acontecimientos y fechas del tamaño del Titanic de mayor o menor importancia.
Y nos preguntamos al fin algún día perdido si ya es tal o cual fecha y nos sorprendemos de como pasa el tiempo.
La pregunta es ¿cuando y como nos damos tiempo para nosotros mismos?para , para preguntarnos como estamos. Intentar tener una charla para ver como estamos diez años después.
¿De que forma estamos evaluando nuestra vida?.
O simplemente un día perdido determinamos según los acontecimientos de ciertas situaciones (negativas o positivas) nos damos cuenta que hicimos las cosas bien o mal y seguramente la respuesta no es la correcta.
Nosotros somos en nuestra vida juez y parte, pero para que esos dos personajes lleguen a buen puerto en su trabajo, lo ideal es que no se dejen marear por tanto acontecimientos y fecha y le den mas importancia al paso a paso o como dice Simeone, el partido a partido.
Sin dudas la vida es el campeonato que llevamos partido a partido intentando jugar bien, dejando todo en la cancha mas allá de triunfos o derrotas o más allá incluso de empates, porque tampoco es válido cuidar el empate para un resultado franco y positivo.
Intentar hacer todo lo mejor posible por el camino correcto con esfuerzo y rigor.
El ser humano es un animal de costumbre y la mejor acompañante es la auto exigencia, el ser excelente con uno mismo. Acostumbrarse a exigir de uno mismo lo mejor en cada situación da al final de cierto tiempo una vida excelente. La excelencia y la exigencia no necesariamente se debe mezclar con el estrés o la presión. Debe agradar y gustar lo que uno hace, se debe estar convencido completamente.
Se debe para ir cerrando este pensamiento al aire y como dice cierta canción se debe Merecer la vida, no alcanza con vivirla simplemente.
Ningún aspecto material de esta vida nos puede llenar sin este último requisito que se trata de merecer algo y eso se logra si obviamente con esfuerzo pero sobretodo disfrutándolo, nos podemos dar muchos gustos pero ninguno nos va a llenar mas que hacer los que nos gusta, aunque sea en un mar de fechas y acontecimientos impuestos y no tantos por esta tan moderna sociedad.
